29 jul 2011

Soñar con mi príncipe azul

Las mujeres, desde que son niñas, están a la búsqueda y captura del llamado “Príncipe azul”. No hay más que leer los cuentos infantiles y ver que todas buscan al hermoso príncipe encantador, del que se enamoran nada más verle. Y así nos pasamos gran parte de nuestra vida, creyéndonos princesas que algún día encontrarán a su hombre perfecto. A su príncipe. 

No conozco a ninguna mujer que en su niñez no se imaginara como Blancanieves o la Bella Durmiente. Al fin y al cabo, ¿por qué no? A todas nos gusta pensar que somos guapas y que un hombre maravilloso, guapo y atento se fijará en nosotras y nos hará felices. Pero la realidad es que, ni somos princesas de cuento, ni el hombre perfecto existe. 

Cuando era adolescente muchas amigas me describían los rasgos que debía tener su príncipe azul. Yo era incapaz. Buscaba muchas cosas, y a la vez no buscaba ninguna. Todas queremos que nuestro príncipe sea guapo y atractivo, ¿pero es eso lo más importante? También queremos que nos haga reír y sea cariñoso, pero no será el primero que presenta una imagen de hombre seductor que te halaga con palabras y bromas, y al final te deja en la estacada. Buscamos entonces a un príncipe que nunca nos haga daño y que nos quiera. ¿Entonces en qué se diferencia de un simple amigo? 

Buscar al príncipe azul es una tarea difícil, pero una vez aceptamos que el hombre perfecto no existe, podemos permitirnos volver a creer que somos una princesa que buscamos un príncipe. O bien que somos una dama medieval que ama a un caballero, un hombre bueno y con honor, como se refleja en este hermoso cuadro prerrafaelista.

9 jul 2011

Soñar con vampiros

Cuando se nombra la palabra vampiro, lo primero que viene a la mente es un ser sobrenatural que se alimenta de sangre humana. Pero un vampiro es eso y mucho más. El vampiro es un ser fascinante. Es un ser que antes estaba vivo, era una persona tan viva y real como tú y como yo y que ahora ya no vive. No vive y sin embargo se mueve. Puede hablar, puede andar, expresa emociones,… pero está frío, muy frío. Su corazón dejó de latir hace tiempo. Y ahora están teniendo lo que ellos llaman una no-vida.

Los vampiros tienen algo que nos atrae. Por lo general, una vez se han convertido en vampiros, su apariencia se hace más atractiva, como si tuvieran una especie de aura de misterio, belleza y terror fascinante. Tengo ante mí un puzle precioso cuya imagen es una pareja de amantes. La chica tiene los ojos cerrados y su cara refleja candidez. Detrás, cogiéndola por la espalda en una actitud muy cariñosa, hay un vampiro que se acerca suavemente a su cuello. Es una imagen que sugiere infinidad de cosas: ternura, amor, fascinación, deseo, intriga…

Quizá es por esta serie de cosas que los vampiros ocupan gran parte de mis sueños nocturnos. Desde pequeña he soñado con vampiros. Al principio, los tomaba como pesadillas, pues eran sueños relativamente normales hasta que salían los vampiros, y era en ese momento cuando me despertaba. Poco a poco los vampiros dejaron de salir al final de los sueños y se convirtieron en los verdaderos protagonistas. Incluso llegaban a mi ventana y me invitaban a ir con ellos a pasear por la ciudad a la luz de la luna y de las sombras.

Sin embargo, ya hace algún tiempo que no aparecen en mis sueños. Quizá esta noche alguna me acoja durante un tiempo, y me muestre los encantos que presenta su no-vida.