9 jul 2012

Soñar con sueños recurrentes


Hace ya mucho que, mientras duermo, no tengo uno de estos sueños llamados recurrentes. Se les llama así a los sueños que noche tras noche nos hacen una visita, dejándonos con la sensación de que eso ya lo hemos visto, pero sin poder salir del sueño. 

Supuestamente, los sueños recurrentes nos ayudan a entender que tenemos un problema que debemos solucionar y, una vez solucionado, estos se van. Como los fantasmas, vamos. Pero, ¿qué tenía que decirme un sueño en el que una especie de comecocos hacían una carrera, comiéndose dos líneas de puntos, una para cada uno? Uno de ellos iba muy lento y el otro rapidísimo, los dos sin pausa y, sin embargo, el lento ganaba siempre. Era similar al cuento de “La liebre y la tortuga”, con la salvedad de que la liebre pierde por confiarse demasiado y, en mi sueño, los dos comecocos avanzan sin parar.

Quizá me quería decir que daba igual lo rápida o lenta que fuera en algunas tareas que al fin acabaría llegando a la meta, o que se cumplía el dicho de “Vísteme despacio que tengo mucha prisa”, en el que nos recuerda que las prisas no son buenas cuando queremos hacer las cosas bien, y hay que tomarse las cosas con calma para que salgan como deben salir.

El caso es que sea lo que sea, este sueño de hace muchos años un día me abandonó, aunque a veces lo echo de menos, ya que me acompañó durante mucho tiempo, aunque no siempre a intervalos regulares.