16 may 2012

Soñar con mi propia casa


Cuando tenía unos 12 años y empezaba a tener ciertas inquietudes, siempre pensaba que la mejor edad para casarme e irme de casa eran los 25 años.  El porqué de esta edad es muy sencillo: colegio hasta los 16, bachiller hasta los 18, carrera hasta los 23, y dos años más para ganar dinero con el que pagar la boda y el piso. Estaba todo totalmente pensado y calculado.

Sin embargo, a mis 25 años aquí estoy, sin terminar la carrera, sin ninguna perspectiva de trabajo y, obviamente, a años luz de irme de casa. Aunque esto no me impide soñar y pensar en cómo sería mi futura casa.

Desde siempre he querido vivir en una casita de campo, con un enorme jardín en el que estarían jugando mis perros. Ahora soy más realista y sé que acabaré en un apartamento normalito, aunque necesitará ser grande por todas las habitaciones que quiero tener.

Siempre he querido un cuarto de la plancha, que también sería el cuarto de la costura y, de paso, de todas las manualidades frikis. También sería allí donde guardaría todo el atrezzo y el material.
Como arquitecto, necesito un estudio donde trabajar. Mínimo el espacio para el ordenador, un plotter tamaño A3, como poco, y una pequeña biblioteca en la que poner todos los libros, revistas, códigos y normas generales para edificar, catálogos, etc.

Cada vez me gusta más la idea de una cocina-salón-comedor, o como se conoce más comúnmente, una cocina abierta. Son amplísimas, llenas de luz, y el único inconveniente que siempre pone la gente es el tema de los olores. Pero seamos sinceros, ¿cuántas veces se hacen comidas en las que el olor es insoportable? Además, el mismo calor de la cocina sirve para calentar el salón, y eso en invierno es una gran ventaja. 

Mi cuarto, más o menos, siempre me ha dado igual. Si fuera muy grande y tuviera mucho dinero, sí me gustaría el típico tocador, con el asiento y el espejito delante, en el que poder guardar mis joyas, maquillarme, etc. Y si ya el cuarto fuera muuuy grande, entonces también me gustaría un vestidor. De todas formas, como pienso que esto es muy utópico, lo que siempre he querido, que echo muchísimo de menos en mi casa, es un mueble zapatero.

En el baño quiero una ducha de esas que ocupan lo mismo que la bañera, a ras de suelo, con el suelo con piedrecitas o similar. También quiero un carrito donde dejar todos mis enseres, que son muchos, ya que el armarito siempre me ha parecido muy incómodo. También es posible que diga esto ahora, y luego el incómodo sea el carrito, pero…

Y por ahora, creo que eso es todo. También necesitaría un cuarto para el niño (sí, sólo uno) y, ya que estamos, un sofá-cama en el salón, por si vienen invitados.